Hay constancia de la presencia de asentamientos humanos en Matet desde hace más de 2000 años, en la edad del Bronce Valenciano. En ese momento abrigos, hábitats y vigilancia estaban relacionados, pues garantizaban mayor seguridad ante los distintos tipos de amenazas que sobre sus habitantes se cernían.

En épocas sucesivas, ya constituido Matet como un núcleo poblacional de cierta importancia, se construyeron en la población y sus alrededores estructuras defensivas que permitían la vigilancia y el refugio de sus moradores ante potenciales atacantes. Los vestigios más relevantes que todavía quedan en el territorio son los castillos y torres
de época musulmana, pertenecientes al monasterio de Almonecir que alojaba
monjes guerreros musulmanes y la línea XYZ de la guerra civil.

El Itinerario revive esas estructuras defensivas, desde los primeros pobladores hasta las trincheras de la guerra civil, relacionándolos con el paisaje y su visibilidad como elementos
cruciales de vigilancia y defensa.